Grolsch es una pilsner europea clásica con una larga historia, que se remonta a 1615, con la apertura de su fábrica de cerveza por Willem Neerdfeldt en el pueblo holandés de Groenlo, entonces conocido como Grolle, de donde la cerveza toma su nombre. La historia de Grolsch es una historia romántica, cuando en 1650 el aprendiz de cervecero Peter Kruijper intentó casarse con la hija de Needfeldt, Jenneken. Después de tres intentos, Peter utilizó dos tipos de lúpulo para crear con éxito una cerveza que la cervecería consideró perfecta. Este matrimonio entre Peter y Jenneken dio lugar a la creación de la clásica cerveza Grolsch y a la larga historia de Grolsch como la bebida más conocida de la cervecería.

La búsqueda de la perfección, que llevó a la creación de Grosch, ha estado en el primer plano de la larga historia de la cervecera, y puede verse en la promoción de la cerveza y la introducción de su famosa botella con tapa abatible. Introducida en 1897 por Theo J. de Groen tras la compra de la fábrica de cerveza, la botella basculante garantizaba el mantenimiento de la frescura de la cerveza y evitaba la necesidad de abrirla. El tapón abatible también permitía saborear la cerveza. Aunque hoy en día Grolsch también está disponible en latas, la imagen del tapón basculante sigue siendo una de las principales características de la marca y aparece en ellas. El éxito continuado de Grolsch llevó a la cervecera a recibir la Condecoración Real Holandesa en 1995, en reconocimiento a su larga historia y a su reputación de excelencia. En la actualidad, Grolsch pertenece al Grupo Asahi y es fácil de encontrar y está ampliamente disponible en todo el mundo.

 La Grolsch es la típica pilsner, una cerveza dorada y clara con un final crujiente y maltoso que perdura en el paladar. Grolsch es muy parecida a otras pilsners europeas, como la belga Jupiler. Al igual que la Jupiler, la Grolsch es una de las cervezas más populares en su país de origen, pero a diferencia de la Jupiler, la cerveza es mucho más conocida fuera de los Países Bajos. Grolsch está mucho más extendida, sobre todo en el Reino Unido, donde se puede encontrar de barril en muchos pubs y está ampliamente disponible en la mayoría de los supermercados.

 Aunque Grolsch es una pilsner muy típica que apenas destaca entre las demás, esto no va en detrimento de la cerveza. Grolsch es muy crujiente e increíblemente refrescante cuando se enfría, lo que la convierte en la pilsner por excelencia. Aunque no es especialmente innovadora desde una perspectiva moderna, la búsqueda de la perfección de Peter Kruijper en 1650 ha hecho de Grolsch una pilsner impecable que satisfará a los aficionados a las pilsners y a las cervezas en general. Si Grolsch quizás no destaca entre la multitud es quizás porque fue una de las primeras en llegar.

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Escrito por Benjamin Stewart

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